¿Sabes cuál es la diferencia entre el domicilio social y el domicilio fiscal de tu empresa?

Si estás considerando crear una sociedad o ya tienes una en funcionamiento, es vital que comprendas estos dos conceptos y cómo impactan en tu actividad. En este artículo, te explicaremos qué son, su utilidad y cómo seleccionarlos de manera adecuada.
¿Qué es el Domicilio Social?
El domicilio social es la dirección que identifica a tu empresa como persona jurídica de acuerdo con lo establecido, entre otros, en los artículos 9 y siguientes de la Ley de Sociedades de Capital. Aquí se encuentra la sede principal de tu negocio, donde se lleva a cabo la gestión y administración de la sociedad. Esta dirección debe estar especificada en los estatutos de la empresa y registrarse en el Registro Mercantil, convirtiéndose en información pública. Por lo tanto, si consideras cambiar el domicilio social de tu empresa, tendrás que modificar los estatutos y comunicarlo al Registro Mercantil correspondiente.
¿Qué es el Domicilio Fiscal?
El domicilio fiscal es la dirección que utilizas para tus trámites con la Administración tributaria. Aquí es donde recibes notificaciones y comunicaciones de Hacienda, y dónde presentas tus declaraciones y pagos de impuestos. La Ley General Tributaria establece diferencias dependiendo de si eres persona física (residencia habitual, con excepciones) o una persona jurídica (domicilio social, con excepciones).
Como puedes observar, el domicilio social y el domicilio fiscal cumplen funciones diferentes. Por esta razón, es esencial seleccionarlos adecuadamente y mantenerlos actualizados. Contar con el asesoramiento legal adecuado te ayudará a evitar problemas legales y fiscales, y te permitirá aprovechar las ventajas que ambos domicilios ofrecen.
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